Se llama patrimonio al conjunto de bienes adquiridos por herencia o por título que influye y aporta información sobre la cultura. La cultura se define como conjunto de modo de vida, costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, …
Dependiendo el valor que atesora puede ser patrimonio histórico, artístico o cultural.
BIEN CULTURAL
La identidad cultural es el conjunto de rasgos intangibles que pertenecen y definen a un colectivo.
Identifica una cultura únicamente por el conjunto de sus monumentos, que solo contará los grandes acontecimientos. Esta actitud acabó en el s.XIX.
Durante la segunda mitad del s.XX se formulará el concepto de bien cultural (de forma más amplia) que integrara objetos de valor histórico o artístico, y también cualquier expresión, manifestación o testimonio significativo de la cultura humana con capacidad documental.
Tras la segunda guerra mundial la mayoría de las países perdieron sus signos de identidad cultural, debido a la necesidad de recuperar y reconstruir dichos signos se empezó a extender el interés hacia objetos y actividades de sectores hasta ahora despreciados.
En la historia tradicional se habían centrado en los grandes acontecimientos políticos, bélicos ya que pensaban que eran monumentos que representaban mejor.
En la nueva historia se centrará el interés en el hombre, los instrumentos de trabajo, utensilios de uso cotidiano, …
Un bien cultural podrá ser un monumento, obra de arte, antigüedades, documentos históricos, … sumándole los hábitos, las costumbres, economía, producción, gastronomía … que tengan un valor en la cultura
Serán bienes culturales: arquitectura monumental, obras de arte, arquitectura menor o popular, arquitectura militar-defensiva, testigos del trabajo, testigos de la producción industrial, testigos de la cultura agraria, testigos de la cultura gastronómica.
El primer empleo del término “bien cultural” en un documento oficial fue en la convención de la haya de 1954.
En 1972 la UNESCO propuso una nueva clasificación de bienes culturales:
Monumentos: arquitectura, escultura, pintura, arqueología, cavernas, inscripciones, elementos de valor histórico, arte o ciencia.
Conjuntos: grupos de construcciones, cuya arquitectura e integración en el paisaje es de un valor excepcional desde un punto de vista histórico, artístico o científico.
Lugares: obras del hombre y naturaleza con valor universal desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico.
¿POR QUÉ CONSERVAR?
Es un método para no perder la identidad cultural.
Para conservar habrá que conocer los bienes culturales del pueblo (catálogo). Todos los bienes contenidos en catálogos deben ser protegidos y conservados. Ante cualquier actuación que hagamos como arquitectos debemos pensar al valor del bien sobre el cual vamos a intervenir antes de decidir el tipo de intervención.
Los patrimonios podrán ser de valor cultural, artístico/estético, histórico, de autenticidad, antigüedad, funcional/social, económico.
¿QUÉ CONSERVAR?
No solo hay que conservar el patrimonio arquitectónico físico sino que sus valores también.
Por lo tanto habrá que cuidar todos los aspectos de un edificio: materia, técnicas constructivas, formas, dimensiones, colores, materiales, texturas, carácter, uso, entorno, significados.
Hay que dejar que el edificio muestre y explique sus valores.
¿CÓMO CONSERVAR?
CON INSTRUMENTOS LEGISLATIVOS
1.PROTEGER
PRO (delante) TËGERE (cubrir). Se ejerce a través de normas o mediante la elaboración de instrumentos de catalogación. Se pretende con estas normas consagrar el derecho de la colectividad sobre el interés privado.
Se diferencian distintos grados de protección. La tutela y la salvaguardia, son en cierto modo sinónimos de protección.
2. INVENTARIAR
INVENTARIUM (lista) e INVENIRE (encontrar).
El inventario es el resultado de la enumeración, ubicación y descripción de los bienes. Es un primer instrumento para la conversación preventiva.
La LPHE (Ley de Patrimonio Histórico Español) presta gran atención a los inventarios y catálogos.
3. CATALOGAR
Viene del latín catalogum y del griego katàlogos (enumeración, lista).
Se trata de enumerar, describir y ubicar, pero a la vez aporta un estudio histórico y una valoración del Bien a catalogar.
Suele estar vinculada a acciones de planeamiento o protección.
Es un importante instrumento de conservación indirecta y preventiva, como un medio de conocimiento y valoración de bienes.
ACCIONES DE INTERVENCIÓN
CONSERVAR: del latín conservare (continuidad) y servare (salvar).
PRESERVAR
Del latín praeservare prae (antes) y servare (salvar).
Se trata de operaciones a realizar sobre el bien para garantizar la supervivencia contra peligros o posibles daños.
MANTENER
Del latín manu tenere (tener con la mano). Es la conservación continua mediante reparaciones puntuales. Su misión es prolongar y mantener el mayor tiempo posible los materiales de los que está constituido el objeto.
Lo ideal es un mantenimiento continuo y gradual. Es una de las acciones de la conservación más recomendadas para no tener que restaurar o realizar acciones más radicales.
CONSOLIDAR
Del latín consolidatio, compuesto de cum y solidare (da solidus, solido).
Es una manera de conservar, se refuerzan los elementos estructurales, constructivos o materiales dotándolos de mayor consistencia o solidez.
REPARAR
Del latín reparare.
Se trata de dejar en buen estado un objeto que estaba roto o deteriorado. En el caso de los edificios significa arreglar las partes que presentan defectos o desperfectos: tejados, muros, aleros, canalones, …
Está ligado al mantenimiento.
RESTAURAR
Del latín restaurare (volver a poner en pie, fijar, establecer).
Es una intervención directa sobre el monumento cuya finalidad es la restitución o mejora de la legibilidad que se pierde con el paso del tiempo sin alterar o falsificar su naturaleza documental.
REHABILITAR
Del latín riabilitare compuesto de ri (de nuevo) y abilitare (habilitar).
Se trata de habilitar ded nuevo o restituir una cosa a su antiguo estado de eficiencia o funcionalidad.
RECONSTRUIR
Del latín riconstruire, ri (de nuevo) y construire (construir).
Es un procedimiento de reconstrucción integral o parcial de un edificio, con carácter absolutamente excepcional que se ha ejecutado en circunstancias históricas determinadas y como consecuencia de acontecimientos traumáticos.
ANASTILOSIS
Del griego anà (arriba) y stylos (columna).
Significaría volver a levantar la columna caída.
Se emplea para designar las operaciones de recomposición en situ de las partes o materiales caídos y dispersos en el lugar.
RIPRISTINAR
Del latín ripristino, ri (de nuevo) y pristinus (anterior).
Es devolver el monumento a su estado original eliminando los añadidos o fases posteriores. Es una acción que tiende a ser rechazada de manera general.
Normalmente se pierde la autenticidad y antigüedad del monumento.